La escenografía del Gigante poco tenía que ver con la que se ve allí habitualmente, cuando el que hace las veces de local es Central y el deporte no es el rugby sino el fútbol. En todo caso, si es por los asistentes, más se parecía a lo que fue el acto del 25 de mayo en el Monumento. Más de uno de los que estuvieron aquel día frente al río se corrieron ahora unos kilómetros más al norte para la cita del rugby en Arroyito.
Los choripaneros lo decían con todas las letras. "Esta gente es más educada", decía uno de ellos, apostado sobre avenida Génova, mientras vendía un sandwich a una señora que estaba con su marido, su cuñado, su suegro y dos sobrinos.
Sí, todo era mucho más civilizado. En la puerta de la cancha, por ejemplo, una casa de deportes mostraba sus productos –y vendía la indumentaria puma– sin sobresalto alguno. Al lado, una universidad privada publicitaba sus carreras. La policía, casí no se veía, no hacía falta. Inimaginable en un partido en el que la pelota es redonda.
Dentro de la cancha la hinchada puma decepcionó un poco. Hubo poco aliento, acaso por la tensión de un partido demasiado parejo. Y recién al final explotó la gente cuando el marcador mostró el resultado: Pumas 21 - Escocia 15. Y ahí si se brindó un merecido homenaje a esos quince gladiadores que demostraron una vez más que están dispuestos a transpirar la camiseta de una manera que no siempre en el fútbol se ve.
Los choripaneros lo decían con todas las letras. "Esta gente es más educada", decía uno de ellos, apostado sobre avenida Génova, mientras vendía un sandwich a una señora que estaba con su marido, su cuñado, su suegro y dos sobrinos.
Sí, todo era mucho más civilizado. En la puerta de la cancha, por ejemplo, una casa de deportes mostraba sus productos –y vendía la indumentaria puma– sin sobresalto alguno. Al lado, una universidad privada publicitaba sus carreras. La policía, casí no se veía, no hacía falta. Inimaginable en un partido en el que la pelota es redonda.
Dentro de la cancha la hinchada puma decepcionó un poco. Hubo poco aliento, acaso por la tensión de un partido demasiado parejo. Y recién al final explotó la gente cuando el marcador mostró el resultado: Pumas 21 - Escocia 15. Y ahí si se brindó un merecido homenaje a esos quince gladiadores que demostraron una vez más que están dispuestos a transpirar la camiseta de una manera que no siempre en el fútbol se ve.
Fuente: Rosario3.com
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